Las redes sociales del Gobierno en Vzla.
Twitter, Facebook,
WhatsApp y otras tecnologías sociales tienen ahora sus “pares
alternativos” en la plataforma que el Gobierno de Venezuela cataloga
como “innovación”. Los requisitos para ingresar y la monitorización que
llevará a cabo una “sala situacional” parecen derivar en un mayor
control de las comunicaciones
Controlar, vigilar, acumular información, espiar. Según el Gobierno
de Venezuela, sus homólogos del mundo realizan estas actividades gracias
a plataformas sociales como Facebook, Twitter, WhatsApp, entre otras.
En consecuencia, el Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en
Tecnologías Libres (Cenditel) creó una serie de aplicaciones que según
Yuleici Verdi, directora de “Apropiación Social del Conocimiento y
Tecnologías Libres” de Cenditel, buscan contraponerse al control de
otros gobiernos sobre la información y al individualismo que suponen el
uso de las redes sociales “mercantiles”.
Verdi precisó que este proyecto fue encargado en 2011 por el entonces
ministro de Ciencia y Tecnología, Ricardo Menéndez, quien en el marco
de la instalación del “Gran Polo Patriótico” encomendó al director del
Cenditel, José Joaquín Contreras, desarrollar una plataforma informática
para “automatizar las discusiones en colectivos y organizaciones que
integraban el GPP”.
“Lo que se quería era desarrollar un sistema con esa naturaleza.
Menéndez quería una red ‘neuronal’ que incluyera colectivos sociales y
organizaciones de la base social de la Revolución para monitorear las
discusiones que hacen vida en el GPP”, relata Verdi en conversación
telefónica desde la sede de Cenditel en Mérida. Además reveló que las
redes sociales criollas, más allá de estimular el funcionamiento de los
colectivos, servirán para mantener lo compartido bajo constante
monitorización y será analizado en salas situacionales:
— ¿Cuál es el propósito de estas aplicaciones o “redes sociales”? ¿Para qué fueron creadas?
— Queríamos una red con colectivos sociales, organizaciones de base
social de la revolución. Estas seis aplicaciones nos permitirán promover
valores colectivos y hacer inteligencia social. El sentido político que
tiene la Red Patria es hacer revolución, con conciencia y formación
política. Para pelear contra un sistema político, contra un enemigo
histórico que nos domina, que es el capitalismo.
— ¿A qué se refiere con inteligencia social? ¿Para qué servirán estas redes?
— Para evaluar lo que se está discutiendo. Hacer análisis de
opiniones e información. Por ejemplo: puedes ver qué opiniones está
posicionando María Corina Machado y qué cuentas apoyan un hashtag.
También sobre qué está diciendo el presidente Maduro y quienes lo
apoyan.
— ¿Y para qué se usará esta información?
— Para las salas situacionales en tiempo electoral y saber qué se está hablando a nivel mediático.
— ¿Conatel participó en el desarrollo de estas “aplicaciones”?
— No. Conatel nos ha apoyado en la difusión del proyecto. Se
ofrecieron para hacer la infografía donde aparecen las aplicaciones.
Pero el desarrollo es de Cenditel y de los voceros del Frebin. Fue un
desarrollo colaborativo.
— Ustedes han dicho que no desean que estas “redes” se parezcan a
las ya existentes. Sin embargo, en la promoción que se hace de estas
plataformas se les ve como alternativas o sustitutos a Twitter,
Facebook, TweetDeck. ¿Por qué les han llamado de esa manera?
— Les dimos nombre de pajaritos a todos, porque se parecen a lo que
somos culturalmente. La naturaleza del pajarito tiene que ver con lo que
hacemos. Y cada una va engranando con las otras.
— ¿Qué hace a estas “redes” diferentes de las ya existentes?
— La principal característica es que no queremos promocionar el individualismo. Nido es una plataforma en la que basamos todas las otras aplicaciones, que está diseñada para colectivos, para organizaciones. Mochuelo
es una red de alerta temprana sobre sucesos que alteran el espíritu de
la revolución, se descarga en Android. Tiene una interfaz que recogerá
información para ser analizada por un equipo político, en una sala
situacional. Por ejemplo, tú eres parte del colectivo Runrunes y
ves que en Charallave están robando el gas. Bueno, puedes hacer un
reporte con denuncia y eso llega a un grupo que analiza la información,
la verifica y se atiende el problema. Golondrinas es una plataforma que permite automatizar las actas de Consejos Comunales y asambleas de ciudadanos.
— ¿Puede una persona que no sea oficialista registrarse y debatir en la Red Patria?
— En Venezuela vivimos en libertad. Esta red es abierta. Pero la
persona tiene que saber que está en una aplicación donde va a recibir
unas ideas políticas. Nosotros estamos en contra del individualismo y de
la neutralidad, porque no existe una posición neutral.
— ¿Pueden los usuarios ejercer la crítica de manera libre en la Red Patria?
— Ese es un buen tema para discutir. Yo tengo muchas críticas a la
oposición y al oficialismo. Pero lo que no se puede ser es partidista.
Nosotros no queremos posicionar el individualismo. Aquí se va a
promocionar el trabajo colectivo, las organizaciones.
— ¿Quiere decir que quien no pertenezca a un colectivo u organización oficialista no tiene cabida?
— Tú puedes registrarte, pero no podrás publicar nada ni interactuar
hasta tanto no seas aceptado en uno de los colectivos registrados. En la
plataforma Nido, que es como la matriz de las otras
aplicaciones, puedes crear tu cuenta y puedes hacer la solicitud para
unirte a un colectivo.
— La página de Red Patria no cuenta con un protocolo seguro para
la transferencia de data (HTTPS) ¿Están seguros los datos de los
usuarios?
— Esperamos que ese problema se resuelva pronto. Es un certificado
técnico que hay que comprar para que no le aparezca la petición a los
usuarios. Precisamente ahora estaba en una reunión conversando sobre ese
asunto. Es un asunto de permiso, no técnico, sino de de seguridad de
sistema. Pero tenemos que resolverlo. El Frebin tuvo que comprar ese
derecho para obtener el certificado y que se asegure la información.
Pero ciertamente da esa impresión de que la página no es segura.
No hay innovación
La creación de las plataformas que constituyen la Red Patria
comprendió, según la información de VTV, el “desarrollo de la
plataforma, desarrollo de las aplicaciones y capacitación de los
colectivos” y lo definen como un aporte innovador. Sin embargo, tanto el
software utilizado como la concepción de cada una de las redes tienen
origen en desarrollos extranjeros. Un análisis del software de las
plataformas arroja que las mismas fueron desarrolladas a partir de
gestores de contenido y otros desarrollos prefabricados como Drupal
(creada en Bélgica), WordPress (Estados Unidos) y Django (Estados
Unidos).
“Cóndor fue desarrollado en software libre. Mientras que Cardenalito
en un lenguaje que se llama Diaspora, que es un lenguaje de la
informática a través del cual el desarrollador echa código fuente. Todo
se hizo acá en Venezuela, aunque se han tomado algunas tecnologías de
software libre en otros espacios”, indica Yuleici Verdi, directora de
“Apropiación Social del Conocimiento y Tecnologías Libres” de Cenditel,
quien tiene un título de la Escuela de Letras de la Universidad de Los
Andes.
La Red Patria fue desarrollada por trabajadores de la Fundación
Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres
(Cenditel), que depende del Ministerio de Educación Universitaria,
Ciencia y Tecnología. También participaron integrantes de una
organización llamada Frente Bolivariano de Innovadores, Investigadores y
Trabajadores de la Ciencia (Frebin). Actualmente cuenta con 200
suscriptores.
Cenditel, que tiene sede en Mérida y cuenta con 59 trabajadores, ha
recibido por este proyecto casi Bs. 9 millones por el Proyecto Red
Patria, según indica la Memoria y Cuenta del Ministerio de Ciencia y
Tecnología.
Las distintas aplicaciones son presentadas por Conatel y VTV como
“versiones” de las aplicaciones Facebook, Twitter, TweetDeck, Google
Drive y Google Alerts. La diferencia, según Verdi, entre las redes
tradicionales y las criollas radica en la forma de interacción: “No
queremos parecernos Facebook, donde todo el mundo piensa y expresa sus
posiciones individualistas. Nosotros queremos ser diferentes, aquí lo
que se va a promocionar es el trabajo colectivo, la visión las
actividades de distintas organizaciones. No queremos posicionar el
individualismo”. En consecuencia, una persona puede registrarse en la
Red Patria, pero no podrá interactuar con otros usuarios o publicar
contenidos hasta tanto no haya sido aceptado o pertenezca a un colectivo
de corte pesuvista, “revolucionario”, “chavista”.
Plataformas inseguras
En una nota de prensa
publicada el 6 de mayo por Venezolana de Televisión (VTV) se acusa al
Gobierno de Estados Unidos de “acumular información, controlar y espiar”
a los usuarios. Pero la Red Patria tampoco cuenta con algunos
requisitos mínimos de seguridad:
- Los portales web en los que se encuentran alojados no cuentan con el
protocolo HTTPS, utilizado por banca en línea y redes sociales, que
equivale a un antivirus en la web y otorga seguridad a los datos
ingresados en las plataformas sociales.
- Al no contar con el certificado de seguridad SSL, los portales que
constituyen la Red Patria quedan más vulnerables a un hackeo, lo que
comprometería la información aportada por los usuarios al registrarse.
- El registro en la Red Patria requiere presentar datos personales
como nombre, dirección de correo electrónico, cédula de identidad,
dirección, número de teléfonos… Esto añade un riesgo aún mayor para los
usuarios pues un hackeo comprometería su información personal y de
contacto.
- Los promotores de estas plataformas indican que —al menos en lo que
respecta a la aplicación Mochuelo— las discusiones e información
publicada por los usuarios “pasará a una sala situacional, con un equipo
político, que hará reportes especiales sobre esta información”.
*Con información de Luis González, técnico de la empresa venezolana Hosting SSi y especialista en seguridad en web.
Bs. 9 millones
ha
recibido Cenditel por el Proyecto Red Patria, según indica la Memoria y
Cuenta del Ministerio de Ciencia y Tecnología en 2014. Estos recursos
han sido empleados en el desarrollo de plataformas dirigidas a
“construir revolución”.