martes, 16 de junio de 2015

Las asignaturas pendientes de la red que nos cambió la vida

Las asignaturas pendientes de la red que nos cambió la vida


El mundo celebra el Internet con el reto de mejorar en cobertura, seguridad y velocidad



 
Hagamos un ejercicio de imaginación. Qué hubiese sido de Cristóbal Colón si hubiese existido Google Maps. Cómo se hubieran narrado las guerras napoleónicas desde Twitter. Quién sabe si un correo electrónico hubiese sido suficiente para detener un conflicto bélico. Internet ya forma parte de nuestras vidas. Su popularización ha venido acompañado de nuevos negocios, la aparición de los más variados dispositivos. Sin embargo, la Red aún tiene retos por superar. Hoy, Día Mundial de Internet, es una ocasión para plantear los más acuciantes.

Conectar el mundo

«Internet facilita la información adecuada, en el momento adecuado, para el propósito adecuado». Son palabras de Bill Gates, fundador de Microsoft. Y su visión optimista comulga con la de un pequeño genio actual, Mark Zuckerberg, cuyo hijo mayor, Facebook, lidera el proyecto internet.org que pretende conectar todas las regiones del planeta. Hacer accesible esta tecnología a cinco mil millones de personas y reducir las
barreras pretende ser la nueva revolución industrial.
En ese proyecto global están presentes otras firmas interesadas como Samsung, Nokia o Ericsson. Google tiene un proyecto paralelo con un fin similar. Cambian las soluciones. Mientras que Facebook ha experimentado con drones y la creación de planes de datos especiales, el gigante de internet, dueño del sistema operativo móvil con mayor penetración del mundo (Android), cuenta con el proyecto Loon, que emplea globos aerostáticos para proporcionar coberturas a las zonas rurales.

«Internet de las cosas»

En medio de los avances, los expertos en nuevas tecnologías han bautizado al momento presente como la era del «internet de las cosas», en donde los objetos cotidianos cobran nuevas formas gracias a conectarse a la red.
Ese propósito abre un mundo de posibilidades, desde dispositivos cada vez más inteligentes a casas y ciudades que trabajan de forma autónoma para mejorar la vida de las personas.
Pero el esfuerzo de fabricantes de tecnología como Sony o LG, proveedores como Intel o nuevas «startups», aún no ha conseguido extenderse. Aunque han comenzado a allanar el camino. Las previsiones de los principales analistas anticipan un planeta que pasará de 4.500 millones de dispositivos conectados este año, según Gartner, a 26.000 solo en cinco años.
Y este nuevo escenario tendrá también su implicación sobre las denominadas «smart cities»: los edificios y hogares acapararán el 45% de los objetos conectados.

Ampliar la velocidad

Uno de los grandes desafíos a acometer lo más rápido posible es lograr un mayor despliegue de redes de alta velocidad. El 4G no ha hecho más que aparecer, aunque sin el resultado esperado. Mientras tanto, firmas como Alcatel-Lucent, Ericsson o Huawei ensayan en Europa para crear las conexiones 5G, 250 veces más rápidas que las actuales LTE (siglas en inglés de Evolución a Largo Plazo) y cuyo principal objetivo es «conectarlo todo».
Desde la firma de análisis de mercado IDC (International Data Corporation), se asegura que si el 5G aún no está definido, será muy importante para la industria en el futuro para mejorar la estabilidad de las conexiones, permitir descargas de archivos y contenidos de manera más rápida, obtener resultados médicos al instante e inculcar la filosofía «Big Data» –análisis de grandes datos– en todos los sectores de la sociedad.

Mejorar la seguridad

La seguridad y privacidad serán otros de los principales objetivos. La ciberdelincuencia ya mueve más dinero que el tráfico de drogas a nivel mundial, según el Centro Criptológico Nacional (CCN), dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Los ataques cibernéticos son una de las principales preocupaciones no solo de los usuarios, sino de las empresas. «La seguridad implica todo. Uno de los mayores miedos que tengo son las intervenciones de los gobiernos a la hora de controlar internet. Es uno de los grandes retos a las que nos debemos implicar todos los usuarios del mundo», explica a ABC Luis Corrons, director técnico de PandaLabs en Panda Security.
A nivel de usuario, los virus son otra de las amenazas. El envío de «malware» –código malicioso– multiplica al tiempo que se popularizan los teléfonos móviles inteligentes. Solo en el sistema operativo Android ha crecido un 30% respecto al año anterior, según datos de la firma de seguridad G Data.

Inteligencia artificial

Entre los cambios que se vislumbran a largo plazo se encuentran la expansión de los coches autónomos, la incorporación de robots al desarrollo de tareas cotidianas, la extensión de los sistemas de inteligencia artificial y la conexión directa entre cerebro y dispositivos electrónicos, según revela el informe «The 2 in 1 Trend Report» elaborado por Toshiba.
La compañía destaca, además, la utilización de implantes tecnológicos, tales como sensores, para la monitorización de la salud o la impresión de circuitos en la piel que funcionarán como sistemas de maquillaje inteligente. En todos estos avances los equipos híbridos serán básicos e irán ganando importancia, ya que, en su vida diaria, los usuarios dispondrán de más tiempo de ocio, podrán utilizar los equipos en momentos y lugares ahora impensables y necesitarán, por tanto, controlar estos dispositivos para conectarse a nuevos servicios o aplicaciones.

Penetración en el móvil

Por primera vez en España, el tiempo de acceso a medios digitales desde dispositivos móviles ha superado al empleado desde el ordenador tradicional. Ocho de cada diez móviles son «smartphones». Son datos que se recogen en la última edición del informe «La Sociedad de la Información en España», elaborado por Telefónica.
Una de sus conclusiones del estudio, que expone las tendencias emergentes que en los próximos años tendrán impacto en la sociedad, es la gran penetración de los dispositivos de última generación. Actualmente, unos 26,25 millones de españoles acceden regularmente a internet, 1,45 millones más que en 2013.