“Instagram no es solo felicidad y palos de selfie”
Instagram se reivindica como un fondo de documentación de la naturaleza humana que cuenta con 400 millones de cámaras, no solo como el destino de las fotos felices y los palos para hacer los selfis.
“Tenemos que ser ese lugar en el que la gente empieza su día, al que
va nada más levantarse. Porque somos útiles y porque le ofrecemos cosas
que le importan (…) Instagram no es solo la red social de la felicidad y de los palos de selfie“, explica en una entrevista con Efe el responsable global de negocio y desarrollo de marca de Instagram, James Quarles.
La red social de fotografía, propiedad de Facebook, celebra un lustro el próximo 6 de octubre
con 400 millones de usuarios, un crecimiento que, según el directivo,
responde a que se ha articulado como una plataforma para la expresión
“auténtica y creativa” tanto del yo como de lo que sucede en el mundo y
en un lugar en el que conectar con otras personas con las que se
comparten intereses.
“No es una sala de chat, ni un sitio en el que ser anónimo, sino un espacio en el que decir ‘así soy yo y esto es lo que me interesa’“, asegura Quarles.
“En nuestros mejores días, somos la red social de la felicidad. Pero
la felicidad no es la única emoción expresada: hemos visto las revueltas
en Estados Unidos, las tormentas de nieve, la crisis de refugiados… Hay imágenes duras y que impactan, no solo felices y alegres. Tenemos 400 millones de cámaras documentando lo que está pasando en el mundo”, recalca.
La inmediatez y la comunidad han sido claves en el crecimiento,
sostiene, más que la búsqueda de la foto perfecta o de los filtros.
También la inyección de Facebook -que adquirió Instagram en 2012 por
1.000 millones de dólares-, : “habría sido imposible sin Facebook”, reconoce.
Desde este mes, los usuarios de todo el mundo verán anuncios en Instagram y a partir de hoy la publicidad estará disponible para todo tipo de anunciantes, grandes o pequeños.
“La publicidad se convertirá en una parte natural de la experiencia
de Instagram. Estamos muy pendientes de los datos para averiguar la
cantidad adecuada de anuncios que no entorpezcan la actividad de los
usuarios, para lograr el equilibrio. Siempre decimos que ver anuncios en
Instagram ha de ser como hojear una revista”, subraya.
Quarles insiste en varias ocasiones durante la entrevista en que el
equipo realiza un seguimiento continuo de las estadísticas y de la
respuesta de los usuarios a los anuncios para determinar qué propuestas
funcionan.
“Queremos que los anuncios resulten tan relevantes como el contenido
propio de los usuarios. (…) Queremos ayudar a las empresas a encontrar
su voz visual y a conectar con nuestra comunidad”, incide.
Para ello, continúa, trabajan con las marcas para poner en marcha
anuncios interesantes, tratan de atinar sirviendo las publicidades a las
audiencias adecuadas -con el mismo sistema de Facebook- y dan
importancia a la herramienta con la que los usuarios indican que quieren
ocultar un determinado anuncio o a una marca.
Por el momento, Quarles descarta que Instagram vaya a convertirse en una plataforma de comercio electrónico y defiende que se trata de un entorno más propicio para el descubrimiento de marcas y productos que para la compra.
Tampoco aparece en el horizonte de la red social el lanzar una
versión libre de anuncios a cambio de una suscripción mensual de pago,
como hacen servicios como Spotify.
“Nos interesa más que crezca nuestra comunidad que
limitar el crecimiento con ese tipo de modelo de negocio. La suscripción
no tiene sentido para nosotros. Todo el mundo verá anuncios en
Instagram, será algo natural como lo es en televisión o en revistas”,
enfatiza.
Según Quarles, el impacto de las campañas publicitarias en Instagram es 2,8 veces superior al de los anuncios convencionales en internet.
El directivo cuenta que los cambios de la plataforma en el futuro
cercano tendrán que ver con proveer herramientas creativas a los
usuarios, con mejorar el descubrimiento de las imágenes que pueden ser
relevantes para ellos y con las comunicaciones directas y privadas entre
usuarios.