domingo, 19 de abril de 2015

El 'smartphone', la navaja suiza del siglo XXI Teléfono multiusos


El 'smartphone', la navaja suiza del siglo XXI Teléfono multiusos


 Los 'smartphones' son las nuevas navajas suizas. (Xavi Ramiro) Cuando los teléfonos móviles se volvieron inteligentes, muchos objetos cotidianos se encontraron con una nueva y feroz competencia. Los relojes, los despertadores, las linternas, las cámaras de fotos, los dispostivos GPS y las consolas portátiles de videojuegos son algunos de ellos. Las apps han abierto un mundo digital de infinitas posibilidades.



Hubo un tiempo en el que el mundo era analógico y las principales necesidades cotidianas del ser humano, físicas. En aquel entonces, la navaja suiza era la reina, una herramienta multiusos que servía casi para cualquier cosa. En la era digital, los smartphones han heredado ese punto de versatilidad. No tienen tijeras, ni lima ni sacacorchos, pero es casi lo único que les falta. Sus posibilidades son asombrosas y permiten realizar multitud de tareas que en el siglo XXI ya consideramos indispensables. Aunque en ocasiones no lo parezca, la función principal de los teléfonos móviles sigue siendo realizar llamadas telefónicas y —cada vez más— enviar mensajes, pero incluso eso es cada vez más sofisticado. Aplicaciones como Skype, Viber, Line y Tango (y dentro de poco también Whatsapp) permiten realizar llamadas y videollamadas VoIP (a través de Internet, a costa de datos en vez de saldo) y además, para desgracia de los veteranos SMS, posibilitan el envío de mensajes, fotografías, vídeos y archivos sin un coste extra para el usuario. La competencia desleal no fue un problema exclusivo de los mensajes SMS. 

Cuando los teléfonos móviles se volvieron inteligentes, muchos objetos cotidianos se encontraron con una nueva y feroz competencia. Un buen ejemplo son los relojes, que se vieron cara a cara con un artilugio que da siempre la hora exacta, no se atrasa ni se adelanta, hace el cambio de hora estacional de forma automática, se adapta cuando se viaja a otro huso horario... Además, hace las veces de hombre del tiempo de bolsillo gracias a apps meteorológicas como Tiempo y temperatura, Accuweather, Tiempo en vivo, WeatherPro, AEMET y Windfinder, ideal esta última para aficionados a actividades en las que el viento juega un papel fundamental como el surf o el parapente. Cada vez hay más aplicaciones que ayudan a dormir y monitorizan el sueñoTambién los despertadores han encontrado un rival imbatible.

Con un smartphone, incluso sin ninguna aplicación más allá de la preinstalada, es posible programar múltiples alarmas y configurar todas las variables imaginables, desde los preavisos hasta la melodía (o ruido infernal) con el que queramos despertarnos. Con apps, las posibilidades se disparan: Glimmer ilumina la habitación de forma progresiva, Puzzle Alarm Clock no se apaga hasta que no se resuelve un pequeño desafío (una operación matemática, un juego de repetición...), Sal de la cama sólo se desactiva cuando se han dado una cantidad de pasos determinada... Otras aplicaciones, en cambio, ayudan a dormir y monitorizan el sueño. Cada vez hay más de este tipo: Sleep Better, SiestaApp, SleepBot, White Noise Lite, Relax melodies... Los mapas tradicionales también han quedado obsoletos por culpa de los smartphones, incluso inventos más modernos como el GPS se disputan su hueco en el coche con los modernos móviles inteligentes. Ya nadie se pierde en la carretera gracias a aplicaciones como Google Maps y OsmAnd (tampoco los peatones, que disponen de servicios de mapas para viandantes como SmartNavi). En el coche, las funciones que puede llegar a tener el móvil son incontables: Gasolineras España, GasAll y Gasolineras baratas indican cuáles son los lugares más baratos en los que repostar; Kaza Live, iCoyote y Avisador de radares ayudan a evitar multas; EysaMobile permite pagar los parquímetros... 

Pero es tanta la atención que le prestamos a veces a los móviles, que ya existen incluso aplicaciones para desconectar. Mutting, creada por un grupo de jóvenes sevillanos, y DrivemeSafe, de la Fundación Mapfre, están diseñadas para evitar distracciones al volante mediante avisos a los contactos de que el usuario está conduciendo y desvíos de las llamadas urgentes al sistema de manos libres. Pero la conducción no es el único momento en el que es conveniente dejar el smartphone a un lado. ¿Quién no se ha visto en la situación de estar con un amigo o varios y que todos presten más atención al teléfono que a la persona con la que están? En las relaciones íntimas, esa mala costumbre es aún más molesta. Conscientes de ello (y con mucho sentido del humor), en Durex han creado una aplicación que sincroniza los móviles de una pareja y los mantiene desactivados el tiempo pactado por ambos. Las imágenes, bajo control Entre los grandes damnificados por los smartphones se encuentran las cámaras fotográficas y las videocámaras. Pero además ya no basta con sacar fotos y grabar vídeos, ahora todo el mundo quiere retocarlos y editarlos. Existen miles de aplicaciones para ello, desde la popular Instagram hasta otras menos conocidas como Darkroom, Typic, VSCO Cam, Snapseed, Replay, Looksery, PHHHOTO, Hyperlapse... 

La música se ha vuelto totalmente digital, pero no sólo han desaparecido los soportes físicos sino también los reproductores. Cada vez se ven menos MP3, los smartphones son los nuevos MP3. ¿Y alguien recuerda cuándo fue la última vez que vio una linterna? El deporte, especialmente el ciclismo, la natación y el 'running', también se ha visto muy beneficiado por el 'boom' de las 'apps' Los que llevaban una consola portátil en el transporte público eran una minoría. Sin embargo, ahora casi todo el mundo juega a algún videojuego en el teléfono. Incluso los ordenadores de sobremesa y los portátiles están perdiendo algo de terreno frente a los smartphones y sus primas las tabletas, que cumplen las mismas funciones (desde navegación por Internet hasta envío de correos electrónicos) pero además son pequeños y fácilmente transportables. El deporte, especialmente el ciclismo, la natación y el tan de moda running, también se ha visto muy beneficiado por el boom de las aplicaciones móviles. Las hay que cuentan calorías, que trazan rutas, que cronometran, que registran las distancias recorridas y que, en definitiva, funcionan como entrenadores personales virtuales. La lista de apps relacionadas con el deporte es extensísima: Seven, Nike+ Training Club, Cyclemeter GPS, My Tracks, Judo Reference, Full Fitness, Runtastic... 

Y las compras ya no son lo mismo desde que los smartphones dominan nuestras vidas. Casi todos los grandes comercios tienen su propia app, pero además existen otras con funciones más específicas: Hotel Tonight permite localizar hoteles con poco tiempo de antelación, Etsy es una especie de mercadillo de artesanía online con aires vintage, Showroomprive está especializada en descuentos, Supertruper propone hacer la lista de la compra al estilo del siglo XXI, TuLotero simplifica la participación en juegos tales como quinielas, primitivas y euromillones, PowaTag permite comprar los productos de los anuncios escaneando códigos QR de los mismos o incluso mediante la detección de la melodía de la publicidad televisiva... El componente social y la economía colaborativa En la actualidad, las aplicaciones están sufriendo una nueva evolución que abre millones de nuevas posibilidades a los usuarios. 

Gracias a la geolocalización y la función principal de los móviles, interconectar personas, se está viviendo un auge de la economía colaborativa. Cada día más aplicaciones permiten prescindir de intermediarios y abaratas costes en todo tipo de tareas. El camino lo han marcado las redes sociales y aplicaciones de contactos como Tinder, Meetic, Grindr o Badoo. Basándose en los mismos principios, han surgido apps de todo tipo: Segundamano y Wallapop getionan la compra-venta entre particulares de objetos usados, Executive Finder pone en contacto a personas interesadas en hacer negocios, WashMe pone en contacto a personas que solicitan el lavado de su moto con profesionales dedicados a la limpieza, Airbnb se centra en la oferta y demanda de alojamiento, BlaBlaCar y la polémica Uber han hecho florecer los servicios de compartición de coche, con DogVacay se puede encontrar a alguien que cuide de tu mascota cuando sea necesario...

 Ya hay incluso una aplicación que engloba a muchas de ellas. La startup española Traity ha creado Markets, un directorio con muchos de los servicios de la economía colaborativa más extendidos. En cuanto a las apps puramente sociales, siguen surgiendo propuestas originales como Fans Up, que permite chatear con aficionados del equipo rival durante un partido de fútbol, y Louise, un servicio musical y de contactos con el que se puede conocer a melómanos de gustos similares.