Fue una consulta popular, pero
algunos medios optaron por llamarlo actividad de la oposición. Los que
no quisieron evadir el hecho hicieron del eufemismo su guante para
protegerse de las amenazas del gobierno, que desde el principio se
empeñó en deslegitimar el plebiscito convocado por la oposición.
Mientras, emisoras como RCR y Radio Fe y Alegría hicieron pases en
caliente y sin limitaciones. También sorprendió que Televen, Venevisión y
Globovisión transmitieran en vivo la declaración de los rectores cuando
anunciaban los más de 7 millones de votos alcanzados en la consulta.
La semana pasada el Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Prensa denunció que Conatel “ordenó a las
radios y televisoras no llamar consulta popular a la jornada, prohibir a
anclas y periodistas fomentar o llamar a la participación y, además,
obligó a estos mismos medios a no publicar las piezas de publicidad y
propaganda que habían sido pautadas por la Mesa de la Unidad
Democrática”. Fuentes confirmaron la prohibición hecha por el ente
gubernamental. De hecho, en algunos medios suspendieron entrevistas con
personalidades políticas impulsoras del plebiscito.
El domingo muchos medios
desempolvaron el diccionario para buscar sinónimos, como dice Carlos
Correa, de Espacio Público. “Era interesante escuchar, entre las que
transmitieron, cómo los anclas y reporteros hacían maromas para no
mencionar la palabra consulta. Incluso, ayer, un día después de las
votaciones, aún les costaba. Sin embargo, hay que resaltar el trabajo de
algunos medios impresos, digitales e iniciativas autogestionadas de
periodistas que decidieron hacer la cobertura”, indica el experto.
Ayer, ningún canal de señal abierta
emitió en vivo las declaraciones de Freddy Guevara, primer
vicepresidente de la Asamblea Nacional, en las que anunció el paro de 24
horas del jueves y la designación de los magistrados del Tribunal
Supremo de Justicia que se realizará el viernes. Globovisión hizo
retransmisiones con declaraciones de Samuel Moncada y Diosdado Cabello.
Venevisión y Televen emitían telenovelas justo en ese momento.
A pesar de todo, la información se ha
difundido. Correa nombra proyectos como Te Lo Cuento News, Capitolio
TV, VPI, Vivo Play, así como páginas web como Runrunes. “El domingo hubo
una lógica cooperativa por encima del tema de las audiencias en pos de
la información. Cabe destacar el trabajo del Servicio de Información
Pública, que se envía por Whatsapp. Hay que tomar en cuenta que un
estudio de Tendencias Digitales indica que los venezolanos se informan
bastante por esta plataforma. Hay periodistas que están trabajando con
rigor las informaciones que circulan por ahí. Eso no quiere decir que no
haya informaciones tendenciosas, bien sea por el sesgo del deseo o de
forma deliberada lógica de desinformación”, explica.
En esto coincide Andrés Cañizales, de
Medianálisis, quien advierte de la preponderancia del uso de Whatsapp
para informarse. “La dinámica del ciudadano no pasa por encender la
televisión, en algunos casos se asume la radio como alternativa. En esta
crisis de 2017, ha surgido un gran referente informativo, para bien o
para mal, que es Whatsapp. Buena parte de la población se informa por lo
que recibe a través de sus contactos. Si bien, sigue habiendo una
referencia en el público profesional joven y adulto medio de acudir a
Twitter y demás redes sociales, esta herramienta de mensajería ha tenido
un papel determinante. Muchos medios impresos se han sumado a
iniciativas digitales, además de seguir trabajando en papel, pero el
tema de Whatsapp ha tenido ciertas reservas porque es difícil conocer su
impacto”.
A Luisa Torrealba, del Instituto de
Investigaciones de la Comunicación de la UCV, le llamó la atención que
aquellos periodistas que no podían hablar abiertamente sobre el
plebiscito en los medios que laboran, lo hacían sin problemas a través
de sus cuentas personales en redes sociales. Sin embargo, teme que se
tomen medidas para restringir el uso de redes sociales. “Pueden arreciar
los mecanismos de censura y criminalizar a cualquier ciudadano que
emita opiniones. Preocupa también el uso abusivo de cadenas, que son
otra forma de censura”.
Para Correa es importante resaltar
que a pesar de las restricciones impuestas, como la prohibición de los
mensajes que invitaban a participan, hubo más de 7 millones de votos.
“Lo que está ocurriendo dejará una impronta en la forma en la que la
gente se informa. Como hay reducción en el volumen del papel para
periódicos, los medios impresos tendrán que hacer un esfuerzo muy grande
para volver a posicionarse. No todos los medios se eliminan unos con
otros. Hay espacio para los impresos, solo se redefinen. Lo que pasa es
que el aparato estatal en Venezuela funciona como un elemento que
distorsiona el desarrollo de los medios, porque su dinámica de
regulaciones tiene mucho peso”, acota.
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